2) Asegúrese de que los pequeños
engaños no
ensucien el vínculo, mas bien lo
reafirmen.
3) Potencie aquellos detalles que hagan sentir complicidad.
4) Cause suficiente risa.
5) Identifique el momento exacto en que el reclamo se va a manifestar. En dicho instante
abrace fuertemente hasta
que
se
confundan
los
aromas.
6) Haga una mezcla precisa entre picardía e inocencia,
en lo posible que hacia fuera se note más la primera.
7) Premie la espontaneidad, ninguna trampa planificada por tiempo extenso causa
agrado.
8) Argumente sus artimañas, si no lo hace aplaudirá el concepto antiguo de trampa, no este novismo inaugurado
en
secreto.
Lograr el re-nacimiento de la trampa,
es fruto de estar cerca,
de salir a la aventura,
quemar miedos y hundirse en verdades no antes testimoniadas.
Y que mi lápiz sea un revolver,
que cada letra sea un flagelo al cuál accedas,
por voluntad en principio,
por adicción en el tiempo,
que más da si así disparando palabras irrumpimos en la verdad,
esa que antes existía,
si las trampas nos acercan,
que la realidad no se vea,
vivamos fantasías.
Si las trampas funcionan,
deja de leer belleza,
quema el papel,
rompe cada letra,
mas aun lánzate a mis brazos,
vamos por letras,
por papeles,
por revólveres,
y disparemos la historia,
que las nuevas verdades,
los nuevos testimonios,
dependen sólo de nosotros.